La discapacidad no debe entenderse como un elemento propio únicamente de la persona, debemos considerar la discapacidad como una expresión de la interacción entre la persona y el entorno y puede variar significativamente en función de los apoyos que reciba la persona.
Desde esta perspectiva interaccionista se plantean tres elementos que se encuentran en estrecha relación:
- Las posibilidades o habilidades del niño o niña, en relación con los distintos entornos en los que participa habitualmente,
- las posibilidades de participación funcional en estos entornos,
- y por la adecuación del conjunto de apoyos y respuestas que las personas con las que interaccionan (familiares, profesionales) les puedan proporcionar.
Son muy importantes los apoyos que podemos facilitarles a estas personas para poder contribuir a un nivel de optimización de su participación funcional en cada uno de los entornos en los que se desenvuelve.
Pensamos que este video ilustra muy bien lo que queremos explicar. Esperamos que os guste.