Algunas empresas aseguran que la inclusión laboral trae al ambiente de trabajo el respeto y el aprendizaje constante haciendo espacios de trabajos más productivos y felices. Y es que la inclusión laboral también nos afecta para bien a nosotros mismos. Gracias a tener a personas con discapacidad se promueve un clima de trabajo más comprometido con la sensibilidad de las personas y el trato respetuoso. Otros aspectos positivos de la inclusión laboral son:

1. Las personas con discapacidad pueden aportar puntos de vista diferente. Estas personas tienen otros talentos, como la capacidad de generar ideas distintas que pueden aportar soluciones innovadoras. Como ya sabéis, el éxito desde los millennials no se mide solo en su capacidad financiera, por lo que el talento es más importante que nunca y este puede estar en cualquier persona.

2. Todas las empresas tienen, en algún momento, clientes con discapacidad. Sin embargo, estos no tienen una buena atención o es poco accesible, ya que no son consciente de sus necesidades. Tener a personas con discapacidad en el equipo de atención al cliente puede ayudar a tener una atención más accesible y útil. 

3. Todas las personas tiene derecho a sentirse realizadas, las personas con discapacidad reivindican su sitio en el trabajo, por lo que otro aspecto positivo de la inclusión laboral es la visibilidad. Cuantas más personas con discapacidad trabajando, más visible será la inclusión laboral y más empresas incluirán esta filosofía en sus equipos. 

4. Actitud positiva y mejor ambiente interno. Las personas con discapacidad suelen tener una buena actitud frente al trabajo, suelen estar motivados y motivadas y fomentar esa actitud al resto de sus compañeros. El ambiente de trabajo es más ameno. 

5. Espacios de trabajo inclusivo se fomenta el aprendizaje constante no solo para las personas con discapacidad sino para todos los compañeros que aprenden otras necesidades y una nueva cultura inclusiva. Mejora, por tanto, el ambiente interno y sensibiliza a las personas sobre el resto de sus compañeros.

Trabajar también ayuda a las personas con discapacidad en su crecimiento personal. Es importante que ellos y ellas también se sientan útiles porque aumenta su autoestima. Se sienten parte de un grupo social que no es exclusivamente su círculo de la asociación. Trabajar hace que mejore su autoestima personal e incremente su independencia. También mejora su comunicación, se expresan mejor gracias a la experiencia que adquieren en el trabajo. Por último, pero no menos importante, sienten la responsabilidad como el resto de adultos, es decir, se sienten iguales.